Esta tecnología permite obtener imágenes tridimensionales de todas las estructuras craneales (piel, huesos, dientes,…) sin aumentar la dosis de radiación con respecto a la radiografía panorámica digital, y siendo muy inferior a la radiografía panorámica analógica.

De esta forma el paciente puede saber en segundos si tiene hueso suficiente en calidad y cantidad para beneficiarse del tratamiento de implantes dentales. La imagen tridimensional tiene precisión de 0,1 mm con lo que la seguridad en el diagnóstico y tratamiento es máxima.

También permite, a partir de esta imagen, crear férulas para colocar los implantes de manera atraumática sin cortes ni puntos.

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